EL «INFIERNO» EN MÉXICO POR LA LUCHA ENTRE LOS CÁRTELES DE LA DROGA
Terribles noticias hemos escuchado o leído durante la semana que termina. La violencia entre los grupos criminales en el país es cada vez peor y son varios estados los que se encuentran literalmente «en guerra» por las peleas y confrontaciones que mantienen los carteles del narcotráfico y que han dejado en medio de sus disputas a la población indefensa, que padece este flagelo que aumenta cada día más.
Es realmente para dar coraje y tristeza lo que está pasando en nuestro querido México, donde los gobiernos han dejado que crezcan inmensamente grupos como el Cartel Jalisco Nueva Generación, el Cartel de Sinaloa, el Cartel del Golfo y los Zetas, entre los más importantes, aunque en cada entidad se han generado diversas células o fragmentaciones de éstos.
Cada vez vemos mayor violencia y centenares de muertos en entidades como Zacatecas, Michoacán, Tamaulipas, San Luis Potosí, Guanajuato, Chiapas, Sonora, etc., etc., etc.
Los grupos criminales se disputan el poder de los territorios para tener paso libre para enviar sus drogas a Estados Unidos, que es un gran mercado donde hay millones de consumidores de cocaína, metanfetaminas, cristal, mariguana y decenas de compuestos químicos que cada vez son más letales para el cerebro humano.
Sin embargo, estas ventas dejan millones y millones de dólares a los narcotraficantes y por ello pelean con todo para tener libre el paso a su actividades ilícitas.
Se ha vuelto una constante el escuchar en las noticias que aparecen decenas de cadáveres colgados en los puentes o que estos criminales se enfrentan en las ciudades, donde queman unidades, se balacean con armas y equipo de alto poder, e, incluso, asesinan a ciudadanos en plena calle.
Esto sujetos ya no tienen la menor vergüenza ni temor de la policía ya que tienen armamento y equipo de primer nivel para enfrentarse en igualdad de circunstancias con los elementos del ejército, la Marina o la Guardia Nacional.
Mientras tanto, miles de personas también son despojadas de sus casas y sus comunidades ante las balaceras y el temor que les inflingen los narcotraficantes, quienes les quitan sus tierras y por ello tienen que huir, literalmente sin nada, más que lo que llevan puesto.
¿Hasta dónde vamos a llegar si ya estamos al límite de todo lo que nunca nos hubiéramos imaginado? ¿Qué pasó con la gran política de AMLO de que mejor abrazos y no balazos?
Hay que destacar que de acuerdo con cifras oficiales, en este gobierno de Morena ya se rebasaron los muertos y la violencia de gobiernos anteriores y suena muy sospechoso que López Obrador no haga nada y hasta haya dejado libre al hijo del Chapo, o que salude de muy buena manera a la mamá de este sujeto cuando viaja a Sinaloa.
Todo esto parece muy extraño, cuando el país «arde en llamas» y el gobierno federal sigue como si no pasara nada.
Quienes vivimos el otro México… el de la calma, la tranquilidad y la belleza que podíamos gozar al recorrer su territorio, añoramos aquellos años y repudiamos a los gobiernos anteriores y el actual, por dejar que se llegara a esta descomposición que no tiene fin y que ya es un infierno del que difícilmente podremos salir.